El Mimo es una de las técnicas con la que los maestros pueden trabajar y desarrollar la
expresión corporal en el área de Educación Física.
Por tanto, se puede considerar el Mimo, como una técnica de expresión y comunicación, en la que no utilizamos para nada el habla. El mimo se puede considerar también, como una actividad lúdica y creativa, que nos permite trabajar con los alumnos otras formas de expresión y comunicación distintas a las habituales, y que pueden ser motivantes para ellos.
Por tanto, se puede considerar el Mimo, como una técnica de expresión y comunicación, en la que no utilizamos para nada el habla. El mimo se puede considerar también, como una actividad lúdica y creativa, que nos permite trabajar con los alumnos otras formas de expresión y comunicación distintas a las habituales, y que pueden ser motivantes para ellos.
Para Cañal y Cañal (2004, p.34), “el Mimo es el arte de
expresarse con el cuerpo, pero utilizando
una gestualidad nueva, no habitual, no
condicionada por algo externo, surge
del interior del artista que lo ejecuta”.
Para trabajar el Mimo, el maestro tiene que tener claro que los
alumnos deben de trabajar el lenguaje corporal. Para ello y basándonos en Pérez, Haro y Fuentes (2012), hay una serie de elementos a tener en cuenta que se resumen a continuación:
- Es fundamental trabajar el rostro y el lenguaje facial. El trabajo facial es totalmente imprescindible en el mimo, ya que es el medio de comunicación principal y el que nos permite expresar todo tipo de sensaciones.
- Debemos trabajar la improvisación. Los alumnos deben de improvisar gestos en las representaciones.
- Exagerar los movimientos a la hora de representar las acciones es muy importante. Los alumnos realizaran movimientos llenos de sentimientos, como forma de comunicación. Cuanto más expresivos sean, mejor será la representación.
- Debemos trabajar la creación de personajes o historias, con el objetivo de que se representen de una forma adecuada.
- La forma en la que hay que moverse por el espacio es otro aspecto fundamental que debemos trabajar. En función de cómo los alumnos se muevan por él (deslizándose, flotando, pausado, rápido, etc), se sabrán una gran cantidad de información.
- Por último debemos trabajar con los objetos ficticios y aprovecharlo para desarrollar su imaginación. Los objetos ficticios nos brindan gran cantidad de posibilidades, ya que podemos trabajar con cualquier cosa. Los alumnos deben de entender que a pesar de que sea imaginario, la forma de expresión debe de ser acorde a la realidad.
Además, también hay que tener en
cuenta una serie de posturas que nos pueden ayudar a trabajar esta disciplina (abiertas o cerradas, adelante y atrás, individuales o colectivas, cara a cara, uno detrás de otro, cruzarse, etc), y una buena puesta en escena para la que debemos organizar el espacio, la
ropa y el maquillaje, etc.
Por tanto es muy importante para la representación del Mimo y su puesta en escena, destacar los siguientes elementos:
- Ropa oscura, para comunicar con nuestro lenguaje corporal.
- Cara blanca, para dar énfasis a la expresión facial.
- Guantes blancos.
Para finalizar, los maestros del área de Educación Física, no debemos olvidar que el Mimo es una forma más de expresión, por lo
que debemos de dar la oportunidad a los alumnos, de que intenten expresarse mediante su
lenguaje corporal, sin utilizar el habla.
Por tanto, para ello, como se ha mencionado anteriormente, se pueden realizar ejercicios de carácter individual o colectivo, ejercicios que intenten fomentar su imaginación y creatividad como, por ejemplo, crear animales, y también ejercicios basados en las diferentes habilidades o técnicas de trabajo (marcha, deslizarse, carrera, subir escaleras, etc.).
Por tanto, para ello, como se ha mencionado anteriormente, se pueden realizar ejercicios de carácter individual o colectivo, ejercicios que intenten fomentar su imaginación y creatividad como, por ejemplo, crear animales, y también ejercicios basados en las diferentes habilidades o técnicas de trabajo (marcha, deslizarse, carrera, subir escaleras, etc.).
- REFERENCIAS:
Cañal, F. y Cañal, C. (2004). El mimo en la escuela. Junta de Andalucía: Consejería de
Educación y Ciencia.
Pérez, R., Haro, M. y Fuentes, A. (2012). El Mimo como Recurso en Expresión
Corporal a nivel Educativo y Recreativo. Revista Digital de Educación Física EmásF, 14, 27-38.
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